BIG DATA
Debido al gran avance que existe día tras día en las
tecnologías de información, las organizaciones se han tenido que enfrentar a
nuevos desafíos que les permitan analizar descubrir y entender más allá de lo
que sus herramientas tradicionales reportan sobre su información. Al mismo
tiempo que durante los últimos años el gran crecimiento de las aplicaciones disponibles
en internet, han sido parte importante en las decisiones de negocio de las
empresas, en especial el Big Data.
Big Data o datos masivos es un término que hace
referencia a una cantidad de datos tal que superan la capacidad del software
habitual para ser capturados, gestionados y procesados en un tiempo razonable.
El Big Data se refiere a sistemas informáticos basados en
la acumulación a gran escala de datos y de los procedimientos usados para
identificar patrones recurrentes dentro de estos datos. La disciplina dedicada a los datos masivos se
enmarca en el sector de las tecnologías y la información y la comunicación.
Esta disciplina se ocupa de todas las actividades relacionadas con los sistemas
que manipulan grandes conjuntos de datos.
Las dificultades más habituales vinculadas a la gestión de estas
cantidades de datos se centran en la captura, el almacenamiento, búsqueda,
compartición, análisis, y visualización. La tendencia a manipular grandes
cantidades de datos se debe a la necesidad en muchos casos de incluir datos
relacionados del análisis en un gran conjunto de datos como los análisis de
negocio, los datos de enfermedades infecciosas o la lucha contra el crimen
organizado.
En términos generales podríamos referirnos a la tendencia
en el avance de la tecnología que ha cubierto puertas hacia un nuevo enfoque de
entendimiento y toma de decisiones, la cual es utilizada para descubrir enormes
cantidades de datos. De tal manera que, el concepto de Big Data aplica para
toda aquella información que no puede ser procesada o analizada utilizando
procesos o herramientas tradicionales. Sin embargo, Big Data no se refiere a
alguna cantidad en específico, ya que es usualmente utilizado cuando se habla
en términos de petabytes y exabytes de datos.
Hoy en día Internet es un medio muy utilizado y socorrido
por la sociedad ya que permite acceder a cualquier fuente de información sin
ningún coste adicional y gran rapidez. ¿Pero es Internet tan seguro como
parece?
El eslogan "Internet nos hará libres" parece
desdibujarse ante la certidumbre de que, al menos, también nos puede hacer
esclavos.
Con Internet, el uso de los datos dio una nueva vuelta de
tuerca. Los servicios de correo online, los buscadores y las redes sociales
empezaron a acumular enormes cantidades de datos sobre los usuarios, sus
amistades, gustos, costumbres, aficiones, preocupaciones, familias, trabajos,
opiniones, viajes, lecturas, canciones… y lo mejor, sin tener que preguntar
nada. Todos esos datos son aportados por los usuarios de Internet de forma
voluntaria y constante. Y lo que es más curioso; gratis. Este dossier personal
de información entregada incluye fotos, compras online, gestiones bancarias,
trámites administrativos, vídeos, audios, opiniones políticas, valoraciones de
productos y empresas, comentamos nuestras enemistades con otros usuarios de la
red, contamos lo que vamos a hacer y lo que hemos hecho… Hasta hay quien da su
DNI, número de cuenta bancaria y domicilio personal. Sitios como Facebook
denominan “Biografía” a la página principal de cada perfil. Si a esto le
sumamos todas las bibliotecas, documentos y archivos que se han digitalizado en
los últimos años, la cantidad de datos almacenados es abrumadora.
Se llega a poner como ejemplo que Google procesa a diario
más de 24 petabytes, lo que equivale a miles de veces el total de textos
impresos de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Con toda esa información
disponible prácticamente en tiempo real, lo único que había que hacer era saber
cómo usarla.
En nuestra opinión los riesgos del Big Data dependen del
uso ético y responsable de las personas que obtienen toda esa información. Los
datos personales son la moneda de oro de la economía digital y el motor de la
economía del siglo XXI. Los datos son el negocio de los negocios. Por ello creemos
que la tecnología y la información no son por si solas el problema. Todo radica
en su uso. Si se puede hacer algo con la información, alguien lo va a hacer, es
decir, la información está ahí y del ser humano depende el tipo de uso que se
le va a dar, si se va a utilizar para hacer el bien común o para un simple
beneficio económico de las empresas o se va a llegar a utilizar para vejar y
atentar contra la privacidad de las personas. Por eso creemos que no podemos
ser espectadores ingenuos y ciegamente maravillados por lo que nos dicen sobre
el Big Data, debemos utilizarlo pero siempre poniendo en curso nuestra
consciencia crítica.
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